Àlex Gutiérrez Páez
Frustrado por su eliminación en un torneo de fútbol, José González (Argentina, 1988) y sus compañeros de equipo iniciaron una discusión sobre qué falló y cómo podían mejorar, conversación que terminó con la idea de crear una herramienta capaz de dar información sobre distintos parámetros deportivos.
Y así fue como, cuatro años atrás, en Barcelona, nació Oliver, una plataforma que combina tecnología portable -a través de un GPS que se coloca en la espinillera- y que, combinado con Inteligencia Artificial, recolecta datos de deportistas durante partidos y entrenamientos para detectar puntos de mejora en sus actuaciones.
Esta información queda recogida en una base de datos que los propios jugadores y el cuerpo técnico pueden revisar posteriormente a través de la aplicación móvil de Oliver, cuyo modelo de suscripción cuesta alrededor de 150 euros al año para un jugador y 200 euros cada unidad para los equipos.
“La experiencia del usuario está muy ligada a los videojuegos: cada uno se crea su avatar, va logrando incentivos que le permiten jugar dentro de la app y así compararse con compañeros y amigos”, afirma en declaraciones a EFE el cofundador de Oliver José González.
La aplicación analiza un total de 50 métricas en las que informa sobre el potencial que tiene cada jugador en distintas fases de su juego, como por ejemplo en el golpeo de balón, la distancia recorrida e incluso el índice de riesgo de lesión.
“Calculamos que, gracias a Oliver, podemos reducir un 40 % de las lesiones musculares de los jugadores anualmente”, detalla el experto en marketing digital.
Colaboraciones con el Barça y la Kings League
En estos momentos, Oliver trabaja para unas 150 entidades y 4.500 jugadores de fútbol formativo, academias deportivas y equipos tanto profesionales como amateurs. La mitad de ellas se encuentran en España, mientras que el resto se reparten entre Latinoamérica y otras partes del mundo.
“Uno de nuestros clientes más importantes es el FC Barcelona, que a través de su academia están utilizando nuestra tecnología”, señala González, quien apunta que Oliver informa del potencial que tienen los canteranos a partir de la categoría infantil de llegar a debutar con el primer equipo en función de su evolución táctica.
Un caso similar fue el de su colaboración con la Kings League, la competición de fútbol amateur creada por distintos creadores de contenido en España y que, para mejorar sus decisiones en la selección de jugadores para la nueva temporada, recurrieron a los servicios de Oliver.
“Comenzamos a aportar valor a la Kings League porque precisaban tener datos de cada uno de los candidatos que podían llegar a formar parte de sus equipos”, recuerda el argentino.
Esta colaboración también aumentó la capa de entretenimiento de esta competición en el momento en el que los datos recogidos por Oliver se usaron para interaccionar con los seguidores a través de publicaciones en las redes sobre, por ejemplo, quién había sido el jugador más rápido de la jornada.
Clave para evitar una ruptura generacional
La tecnología aplicada al deporte lleva años presente, como pasa en el fútbol con el VAR o en el tenis con el ojo de halcón, pero la irrupción de la Inteligencia Artificial generativa, al permitir procesar imágenes, textos y predecir situaciones, ha abierto la puerta a transformar el sector para no perder público.
“Cualquier entidad que no se modernice tiende a ir envejeciendo su público y, por definición, alejando a las nuevas generaciones”, cuenta a EFE el experto en estrategia digital y profesor de la OBS Business School de Barcelona Martín Piqueras.
“Ocurre con las religiones y con cualquier ceremonia que no se adapte a los cambios sociales, y el fútbol tiene las manos muy atadas por las federaciones”, añade.
El experto, que trabaja para distintos clubes deportivos, especifica que, en estos momentos, la tecnología aplicada al deporte se usa para preservar modelos de negocio (como mejorar la venta de entradas), optimizar operaciones (evitar lesiones) y transformación del ecosistema (venta de tecnología NFT).
“Deberían incluir una oferta de diferentes tipos de entretenimiento dirigido a diferentes tipos de personas, como disciplinas de deportes electrónicos u opciones alocadas como la Kings League. Si no, el fútbol caerá en la obsolescencia”, asevera Piqueras.